#Españoles #Generación27 #SigloXX
El tiempo, insinuándose en tu cuer… tal la nube de polvo en fuente pur… aquella gracia antigua desordena y clava en mí una pena silenciosa. Otros antes que yo vieron un’ día,
Derriban gigantes de los bosques p… derriban los instintos como flores… deseos como estrellas para hacer sólo un hombre con su e… Que derriben también imperios de u…
Cómo llenarte, soledad, sino contigo misma... De niño, entre las pobres guaridas… quieto en ángulo oscuro, buscaba en ti, encendida guirnalda…
Verdor nuevo los espinos tienen ya por la colina, toda de púrpura y nieve en el aire estremecida. Cuántos cielos florecidos
Te lo he dicho con el viento, jugueteando como animalillo en la… o iracundo como órgano impetuoso; Te lo he dicho con el sol, que dora desnudos cuerpos juvenile…
Estar cansado tiene plumas, tiene plumas graciosas como un lor… plumas que desde luego nunca vuela… mas balbucean igual que loro. Estoy cansado de las casas,
No decía palabras, acercaba tan sólo un cuerpo interr… porque ignoraba que el deseo es un… cuya respuesta no existe, una hoja cuya rama no existe,
Los marineros son las alas del amo… son los espejos del amor, el mar les acompaña, y sus ojos son rubios lo mismo que… rubio es también, igual que son su…
Va la brisa reciente por el espacio esbelta, y en las hojas cantando abre una primavera. Sobre el límpido abismo
Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada en… Sobre la cual el viento escapa a s…
Como una vela sobre el mar resume ese azulado afán que se lev… hasta las estrellas futuras, hecho escala de olas por donde pies divinos descienden…
¿Mi tierra? Mi tierra eres tú. ¿Mi gente? Mi gente eres tú. El destierro y la muerte
Quizá mis lentos ojos no verán más… de ligeros paisajes dormidos en el… con cuerpos a la sombra de ramas c… o huyendo en un galope de caballos… El sur es un desierto que llora mi…
Si el hombre pudiera decir lo que… Si el hombre pudiera levantar su a… Como una nube en la luz; Si como muros que se derrumban, Para saludar la verdad erguida en…
En ocasiones, raramente, solía encenderse el salón al atardecer, y el sonido del piano llenaba la casa, acogiéndome cuando yo llegaba al pie de la escalera de mármol hueca y resonante, ...