Quien diría que un día gris y lluvioso
lo vería reflejado en tu rostro
en cada lágrima de cristal derramada
en tu mejilla que lloraba desolada
Y aunque el sol toque la puerta
y entre por las ventanas su claridad
las nubes sobre tu mirada
entristecen lo que fue nuestra pequeña morada
Llueve sobras las montañas de mis venas
que se quieren salir de mi cuerpo
despojo mis ropas al viento
y grito sin parar que me arrepiento
Contagioso es el rio que emanas de tu semblante
que el mar Caribe llega al Pacifico de mi mente
no hay paraguas que cubra este dolor incesante
al recuerdo de una mujer que fue lo más importante
Si llueve, que llueva sobre nosotros la esperanza
de que el amanecer será un día mejor
donde las lagrimas ya no sean tormentas
y el amar ya no signifique dolor
Un día lluvioso hace que un problema
sea un gran y gigantesco huracán
que se lleva en sus brazos
lo que un dia quisimos forjar