#Españoles Felipe Luis Vivanco
1. No le nombramos nunca. No hace falta nombrarle cuando avanza el otoño: sus grandes nubes bajas, sus cielos y horizontes
Cálida voz despierta en tu dulzura… tierno temblor en tu quietud flore… y una experiencia virgen que se of… con el asombro de su nieve pura. Donde tu cuerpo anuncia sombra osc…
Recibo y agradezco tu espuela de i… tu racha de criatura que sustituye… Tal vez buscabas a tientas, con oj… lo que no puede haber, ni triunfar… Pero quedaba aparte el corazón por…
Fijaos en lo que debe ser el alma de un oso blanco que es una de las pocas alcantarillas de este mundo En el alma de un oso blanco los reclutas hacemos la instrucción les enseñamos a...
Tu imperativo andar, tu infatigabl… modulación de mar bajo la lluvia que refresca con agua aún no mecid… el retoñar continuo de sus olas; tu ingenuo, y arrogante, y despein…
He tardado mucho en llegar. Día tras día iban mis pasos compre… unas veces me alejaba de Dios, y o… a veces me besaban unos labios, y… muy lejanos de mí y casi muertos e…
Qué bien sé lo que quiero: sólo un… junto al río Voltoya—de la provinc… Sólo un trozo de monte de encinas… Sólo un monte con grandes encinas… en sus faldas rocosas, amplias, la…
Termina la mañana como una calle e… que baja hacia las frondas natural… Y ese joven doloroso y urgente ¿quién sabe lo que quiere después… padeciendo a la orilla de su criat…
1. Día de nieve blanda. Las cortinas echadas. (Verdes, rojas, sus franjas.) Una firma al brasero. Un vaso con violetas.
La tristeza con que te amo tiene u… e inmuniza sobre sueños de hamaca Perpleja como esquina peligrosa y… empezara otra vez a suspirar cuand… El caso es que no tengo ni la meno…
Cansado de palabras (y también de… Cansado de evidencias (y también d… Tu horizonte está lejos, y en él c… viva, cada minuto sensible de dist… ¡Qué bien estás, Señor, alrededor…
De pronto, trabajando, comiendo, p… Me interrumpe como dos hojas de ár… como llanto infantil de alma que n… o esa vieja mujer que friega, en c… De no saber qué hacer resignada, y…
Con mi niñita nueva bajo el brazo salgo a la primavera, nuestra niña de invierno aún empañ… de calor tuyo y vaho de tu cueva. Salgo al volar travieso de los páj…
Aún quedan viejas tapias en el mun… (Sabemos que morir no es estar mue… Aún quedan en el alto acantilado flores de brezo. Sabemos al morir que nuestros paso…