Carta I
He perdido la cuenta de los días, de las horas, de los minutos, he perdido la noción de la misma realidad, antes mis labios te pronunciaban y eras tan real y presente, hoy tan solo te nombran mis pensamientos como un ferviente deseo causado por tu ausencia. Te he nombrado “mi añoro” pues no puedo continuar invocando tu nombre y alzar la mirada contemplando más el mundo ahora tan pálido, he comprendido que el mundo simplemente no me alcanza, por días batallé ante mi falta de talento y he esculpido un corto soneto para ti:
De mi vida ya te encuentras hecha,
De alegres luces y azules cielos.
Sé tú risa porque la llevo tatuada,
Sé tu amor porque lo llevo sintiendo.
Sé mi cielo que de estrellas te compones,
Cada una tan misteriosa como la anterior,
Sé mi cielo que de ti la vista ya no puedo apartar,
Como no puedo apartar de mí el amor que por ti siento.
Más allá del todo,
Más allá del fin,
Te quiero más allá de la realidad.
Te quiero mujer de mis sueños,
Te quiero hecha de sonrisas y felicidad,
Te quiero porque de ti yo estoy enamorado.
Sé que siempre dices no saberlo porque amas escucharlo, ten presente mi voz que mil veces te dijo al leer tu autor favorito: Siempre, con imperecedero amor, tuyo.
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