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Testo

Que tú seas completo
—no te falte
cabeza.
Y que tu corazón no sustituya
a tu cabeza.
Que el sol sin veladura llegue
hasta tu corazón
y rebrille en tus ojos
su luz completa.
Que seas, hijo mío,
la reunión amorosa de mis miembros
y mi cabeza se alce sobre el río
de fuego
que la arrebata
para mirar la tierra por tus ojos.
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