A Tatiana
En este viaje llamado vida, en algún momento nos hemos encontr… Por algún motivo, algo hemos compartido, mucho o poco... no importa.
Hay un ojo en tu nuca que me mira pero no me ve y aún así me dice quien eres en verdad te conozco
Cual animal salvaje, te acecho. Te busco, sigo tu rastro. Me agazapo a la espera,
Me odio por el sentimiento iluso –de tu amor– que me habita Te odio
Contigo yo estaba dispuesto a todo Quemar mis naves, quedarme y hacer mi viaje más largo y no llegamos ni a la esquina Mientras yo me quemaba en una pira
Malaya la hora en que me fijé y VI tu existencia. Malaya la hora en que te sentí y vi mi existencia. Malaya la hora en que te besé
Cuatro y cuarenta y cuatro p.m. Sin avisar, como debe ser, te quebraste vida mía ("Te adoro" leí en tu cuaderno)
cuatro sonrisas dos miradas una visita tres caminatas una compañía
Así, mirándote a los ojos mientras… entro por ellos hasta tu más íntim… el de tu sensualidad, de tu lujuria, de tu sexo.
mi locura son sentimientos que quedan atrapados en palabras, pero vuelan
Me quedo como el ángel que vela tu… sin que te des cuenta. Eso me hace daño. No quiero dejarte, aunque me mata tu inconsciencia,
Despierto maquino e imagino mil situaciones mil encuentros mil diálogos
Mi locura son sentimientos que quedan atrapados en palabras, pero vuelan
Cuando no me ves, te miro. Me apodero de tus detalles: del lunar en tu oreja, de tus pequeños labios, de tu misterioso cabello.
Y entonces el tiempo pasó. Inexorable, pero discreto, sin ser percibido. Sin aspavientos. Sin bulla,