He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas, he navegado en cien mares y he atracado en cien riberas. En todas partes he visto

Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco

Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera. ..................................… Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas

Siempre fugitiva y siempre cerca de mí, en negro manto mal cubierto el desdeñoso gesto de tu rostro pálido. No sé adónde vas, ni dónde

La aurora asomaba lejana y siniestra. El lienzo de Oriente sangraba tragedias, pintarrajeadas

Rejas de hierro; rosas de grana. ¿A quién esperas, con esos ojos y esas ojeras enjauladita como las fieras, tras de los hierros de tu ventana?

Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel

Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino,

Crear fiestas de amores en nuestro amor pensamos, quemar nuevos aromas en montes no… y guardar el secreto de nuestros rostros pálidos,

¡Y esos niños en hilera, llevando el sol de la tarde en sus velitas de cera!... * ¡De amarillo calabaza,

Guitarra del mesón que hoy suenas… mañana petenera, según quien llega y tañe las empolvadas cuerdas. Guitarra del mesón de los caminos,