#Andaluces #Españoles #Generación98 #Sevillanos #SigloXIX #SigloXX
La primavera besaba suavemente la arboleda, y el verde nuevo brotaba como una verde humareda. Las nubes iban pasando
Cabalgaba por agria serranía, una tarde, entre roca cenicienta. El plomizo balón de la tormenta de monte en monte rebotar se oía. Súbito, al vivo resplandor del ray…
Mediaba el mes de julio. Era un h… Yo, solo, por las quiebras del ped… buscando los recodos de sombra, le… A trechos me paraba para enjugar m… y dar algún respiro al pecho jadea…
Abril florecía frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas de un balcón florido
El primero es Gonzalo de Berceo l… Gonzalo de Berceo, poeta y peregr… que yendo en romería acaeció en un… y a quien los sabios pintan copian… Trovó a Santo Domingo, trovó a S…
Con este libro de melancolía, toda Castilla a mi rincón me llega… Castilla la gentil y la bravía; la parda y la manchega. ¡Castilla, España de los largos r…
La tarde todavía dará incienso de oro a tu plegaria… y quizás el cenit de un nuevo día amenguará tu sombra solitaria. Mas no es tu fiesta el Ultramar l…
Este noble poeta, que ha escuchado los ecos de la tarde y los violine… del otoño en Verlaine, y que ha co… las rosas de Ronsard en los jardin… de Francia, hoy, peregrino
Junto a la sierra florida, bulle el ancho mar. El panal de mis abejas tiene granitos de sal. Junto al agua negra.
Ni mármol duro y eterno, ni música ni pintura, sino palabra en el tiempo. Canto y cuento es la poesía. Se canta una viva historia,
El poeta es jardinero. En sus jar… corre sutil la brisa con livianos acordes de violines, llanto de ruiseñores, ecos de voz lejana y clara risa
En estos campos de la tierra mía, y extranjero en los campos de mi t… —yo tuve patria donde corre el Due… por entre grises peñas, y fantasmas de viejos encinares,
Cuando veáis esta sumida boca que ya la sed no inquieta, la mira… tan desvalida (su mitad, guardada en viejo estuche, es de cristal de… la barba que platea, y el estrago
Hacia un ocaso radiante caminaba el sol de estío, y era entre nubes de fuego, una tr… tras de los álamos verdes de las m… Dentro de un olmo sonaba la sempit…
Eran ayer mis dolores como gusanos de seda que iban labrando capullos; hoy son mariposas negras. ¡De cuántas flores amargas