No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un grano, ni un momento.
-Jaime Sabines
Mi alma intenta besar tu rostro, mientras mis ojos te observan profundamente.
Vistes todo de negro; pero eres un ángel pálido, blanco y delgado. Me muero un poco por saber que tan sensual luce la pintura en tus caderas.No estoy perdida en ellas, esto no es por tu carne, aunque ciertamente me atraes más que el arte.
Hueles demasiado bien.
—Aidan XIX