#EscritoresMexicanos Poesía romanticismo romántica,
Cuando tu broche apenas se entreab… Para aspirar la dicha y el content… ¿Te doblas ya y cansada y sin alie… Te entregas al dolor y a la agonía… ¿No ves, acaso, que esa sombra imp…
...Esa noche, ardiendo el pueblo de animación y entusiasmo bajo el influjo sublime de tu genio soberano, todo era bravos y dianas,
De los tres cielos que recorre el… de la existencia en la medida impí… cuando la gloria me enseñó tu nomb… yo estaba en el primero todavía. La pena que del pecho
Hubo una selva y un nido Y en ese nido un jilguero Que alegre y estremecido, Tras de un ensueño querido Cruzó por el mundo entero.
Medio oculta entre la selva Como un nido entre las ramas, Y medio hundido en el fondo Tranquilo de una cañada, Allá por aquellos tiempos
¡Y bien! Aquí estás ya..., sobre… donde el gran horizonte de la cien… la extensión de sus límites ensanc… Aquí, donde la rígida experiencia viene a dictar las leyes superiore…
—«¿Por qué te miro así tan abatida… pobre flor? ¿En dónde están las galas de tu vi… y el color? »Dime, ¿por qué tan triste te cons…
Esta hoja arrebatada a una corona Que la fortuna colocó en mi frente Entre el aplauso fácil e indulgent… Con que el primer ensayo se perdon… Esta hoja de un laurel que aún me…
A mi querido amigo Manuel Roa. Humanidad pigmea, tu que proclamas la verdad y el Cr… mintiendo caridad en cada idea: tu que, de orgullo el corazón beod…
Aliento de la mañana Que vas robando en tu vuelo La esencia pura y temprana Que la violeta lozana Despide en vapor al cielo.
Mañana que ya no puedan encontrarse nuestros ojos, y que vivamos ausentes, muy lejos uno del otro, que te hable de mí este libro
Página en que la esfinge de la mue… con su enigma de sombrea nos provo… ¿Cómo poderte descifrar, si es poc… toda la luz del sol para leerte?
Adiós a México Pues que del destino en pos Débil contra su cadena, Frente al deber que lo ordena Tengo que decirte adiós;
Mire usted, Asunción: aunque algú… Metiéndose envidioso, Conciba allá en el cielo el mal ca… De venir por la noche a hacerle el… Y en un acto glorioso
Iba llorando la Ausencia con el semblante abatido cuando se encontró en presencia del Olvido, que al ver su faz marchitada,