Apoyada en mi hombro eres mi ala derecha. Como si desplegaras tus suaves plumas negras, tus palabras a un cielo

Quiero vivir para siempre En torre de tres ventanas, Donde tres luces distintas Den una luz a mi alma. Tres personas y una luz

Estabas sola y alta. Yo miraba cómo todos los pájaros Debajo de tu frente se escondían. ¡Qué ir y venir y qué volver! Cómo todas las cosas

¡Qué dulce dolor de ancla En el corazón sentías! Tu corazón reteniendo, Duro coral, mi partida. Ahogada en amor, tu amor

El ciego amor no sabe de distancia… Y, sin embargo, el corazón desiert… Todo su espacio para mucho olvido Le da lugar para perderse a solas Entre cielos abismos y horizontes.

Oh libertad errante, soñadora, desnuda de verdor, libre de venas, arboleda del mar, errante nube; si en lluvia el desengaño te convi… la forma de mi copa podrá darte

Si para ti fui sombra Cuando cubrí tu cuerpo, Si cuando te besaba Mis ojos eran ciegos, Sigamos siendo noche,

Sólo sé que estoy en mí y nunca sabré quién soy, tampoco sé adónde voy ni hasta cuándo estaré aquí. Vestido con vida o muerte

Ojos de puente los míos por donde pasan las aguas que van a dar al olvido. Sobre mi frente de acero mirando por las barandas

¡Qué pena esta de hoy! Haberlo dicho todo, Volcando por completo Lo que pesaba tanto, Y ver luego que todo

El silencio eres tú. Pleno como lo oscuro, Incalculable Como una gran llanura Desierta, desolada,

¡Qué música del tacto las caricias contigo! ¡Qué acordes tan profundos! ¡Qué escalas de ternuras, de durezas, de goces!

¡Qué sola estabas por dentro! Cuando me asomé a tus labios un rojo túnel de sangre, oscuro y triste, se hundía hasta el final de tu alma.

Éstas son las rodillas de la noche… Aún no sabemos de sus ojos. La frente, el alba, el pelo rubio, Vendrán más tarde. Su cuerpo recorrido lentamente

No hay ningún paso, ni atraviesa nadie los dinteles de luz y de colores, cuando la rosa se abre, porque invisibles son los paraísos