#Españoles #Generación27 #SigloXX (1946) Nuevos de invitadas islas las poemas
El alma es igual que el aire. Con la luz se hace invisible, Perdiendo su honda negrura. Sólo en las profundas noches Son visibles alma y aire.
Hubiera preferido ser huérfano en la muerte, que me faltaras tú allá, en lo misterioso, no aquí, en lo conocido.
El cielo de tu tacto Amarillo cubría El oculto jardín De pasión y de música. Altas yedras de sangre
Mi sueño no tiene sitio Para que vivas. No hay sitio. Todo es sueño. Te hundirías. Vete a vivir a otra parte, Tú, que estás viva. Si fueran
Como un ala negra de aire Desprendida de hombro alto, Cuerpo de un muerto reflejo En duras tierras ahogado, La sombra quieta, tendida,
El ciego amor no sabe de distancia… Y, sin embargo, el corazón desiert… Todo su espacio para mucho olvido Le da lugar para perderse a solas Entre cielos abismos y horizontes.
Era mi dolor tan alto, que la puerta de la casa de donde salí llorando me llegaba a la cintura. ¡Qué pequeños resultaban
Hice bien en herirte, Mujer desconocida. Al abrazarte luego De distinta manera, ¡Qué verdadero amor,
Quiero vivir para siempre En torre de tres ventanas, Donde tres luces distintas Den una luz a mi alma. Tres personas y una luz
Si para ti fui sombra Cuando cubrí tu cuerpo, Si cuando te besaba Mis ojos eran ciegos, Sigamos siendo noche,
Se agrandaban las puertas. Yo gig… Con el recuerdo de mi olvido dentr… Atravesaba las estancias, Golpeando las paredes sordas. ¡Qué collar interior en mi gargant…
Yo y la luz te inventamos, Ciudad que ahora en un alba De fantasía y de sol Naces al mundo; Ciudad aún imprecisa,
¡Qué dulce dolor de ancla En el corazón sentías! Tu corazón reteniendo, Duro coral, mi partida. Ahogada en amor, tu amor
Profeta de mis fines no dudaba Del mundo que pintó mi fantasía En los grandes desiertos invisible… Reconcentrado y penetrante, solo, Mudo, predestinado, esclarecido,
Ojos de puente los míos por donde pasan las aguas que van a dar al olvido. Sobre mi frente de acero mirando por las barandas