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A la misma

Entre un coro de ninfas
Retozaba contento
Cupidillo desnudo
De su Carcax funesto:
 
Dulcemente las unas
Le estrechan en su seno,
Imprimiendo las otras
En sus mejillas besos.
 
Cada cual a porfía
Celebra al rapazuelo,
Llenándole de flores
Y cintas el cabello:
 
Pasaba por acaso
Carmelina a este tiempo
Con inocentes risas
Hechizando los cielos:
 
Sus labios de corales,
Sus dulces movimientos,
Sus rosas, y sus lises,
Sus mejillas y cuello.
 
Todo brillaba en ella
Con más puros reflejos,
Que Febo cuando opaca
Los astros y luceros.
 
Cupido avergonzado
Batió veloz su vuelo,
Al ver que Carmelina
Triunfaba en los afectos;
 
Legó donde su madre,
Lloroso del desprecio,
Llenando de gemidos
El templo citereo:
 
Mas Venus al mirarle
Con tan tristes lamentos,
Tomándole en sus brazos
Le consoló diciendo:
 
“No llores, hijo mío,
Serena el rostro bello,
¿No sabes que es tu hermana
La que causo tus celos?”
Preferido o celebrado por...
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