#mariajoseluquefernandez #poesia
¡Eh, tú! Si no disimules ¿Por qué llegas de repente sin avi… No entendiste nada, ¿Verdad? en la puerta dejé tu maleta, ¿Acas… No pongas cara de Póker,
Ese halo que te cerca anuncia tu l… vistes de luz sendas que discretas esconden almas de poetas. Se abrazan historias que discurren… se versan amores en tu nombre.
Poeta, enlazas tus letras de forma… encadenas palabras sensuales, cáli… tu pluma se desliza suavemente por… caricias leves al posarse sobre el… deleitan los ojos que las leen
Encapsulado el tiempo reclama su momento el pretérito imperfecto que marca el minutero. Tiempo cuan breve
Desde el autobús te ví y me cautiv… cinco intensos, eternos minutos no pude apartar la mirada mis neuronas se fundían con su luz mi corazón no entendía su llamada,
Una casa sin paredes, un camino sin trazo, garzas blancas prenden luz entre las sombras que a veces nos acompañan.
Un cuadro en la cocina adorna la p… mi abuelo lo colgó, siendo yo chiq… Llegaba en la tarde buscando la tr… ambos nos sentábamos junto al calo… A veces había castañas, otras solo…
Entre la vastedad del ser humano encuentro la luz que me precede, cuan insignificancia toma la vida en este camino tuyo y mio
El cielo se viste de gala rojo pasión, naranja, turban el tranquilo azul. Sereno brilla el sol en tu orilla en este lado del mar
En la oquedad de las horas muertas allá dónde se instauran los recuer… desdibujandote te espero yo. Sempiternos momentos en continuo e… como un funámbulo desvelo
Reverbera el eco en la alborada hasta eclosionar tu grito con la aurora cuando mueres en ese universo tuyo en el que un blucle me envuelve,
Cubre sereno manto mi cuerpo en el abrazo del viento se impriman cariños que dejan esencia
Al abrigo de tus brazos duerme mi niño abroncado su sueño por el ruído de la metralla confundido con la alarma
Y despiertas sigilosamente bajo la boveda celeste en el frío de la noche dos almas se confunden la luz de la matina des-esperen
Desvelando mis secretos corría tupidos velos despertando sospechas inciertas que en caracolas colgaban desde los cielos, los cabellos