Bussokusekika, versos japoneses
El paseo lento de tu ser en mi ser… desbordas el sentir desbocado, ansia de ti. Espacios clandestinos,
Esa marea que te inunda, deseo que te anega, ser que tiembla en tu mirada, manos que se pierden en la niebla, ese placer que se desata,
Se paró el tiempo, el sol se nubló el suelo se abrió a sus pies. Paso a paso retumbaba su voz.
Es tu voz melodía que hace eco en mi cerebro despertándome de esa mar en que me hallo inmerso pretérito de los tiempos que ocupa
El cielo se viste de gala rojo pasión, naranja, turban el tranquilo azul. Sereno brilla el sol en tu orilla en este lado del mar
Olor a hierba fresca crujir de ramas secas sonrisas que sorprenden pasos despistados templo de silencio,
De tu pecho fluía la vida más tú no la querías dormitabas en silencio, a su vera más ni tan siquiera le oías. Lloraba desconsolado
Cubrirás mi pecho de deseo cuando al alba la luz nos acoja, en los senderos prohibidos de luju… las horas serán microsegundos, se abrirán las esferas que dormita…
El reflejo de tus manos en el espe… un rostro apurado por la prisa, el agua corre entre tus dedos, te observas con detenimiento, tu rostro es el de un desconocido.
Libre albedrio, decidir, vivir, nacer a la vida, abrir los ojos tras la furia, secarlos tras la tormenta, dejar que la piel sienta de nuevo,
Tus ventanas se abren la claridad alumbra azueles tus ojos sonrien en la mañana. Tus manos hacia el abrazo
Hoy serás vida en mi poesía verderón picoteas mi mano las migas que nutren tu cuerpecito despacio avanzas precavido eres
Cerré los ojos y vi el mar la lenta agonía de mi ser, acunada por la sal, dormida en su regazo me quedé.
En la mudez de la noche el silencio acosa tu cuerpo tus miedos dan vida a la noche vistes los momentos de ausencias Dejas la cena en la nevera
Y las nubes tapizan el cielo cubriendo tu dolor el alma empequeñecida produce sinsabor tu aciaga mirada