Tu mirada
No es tu mirada la de siempre,
no brilla en la sombra de la noche,
tu sonrisa delata
¿Dolor?
¡No! Sólo necedad,
terquedad del ser humano
de encontrar momentos
que funden el tiempo,
que traspasan los sentidos.
Sentir que los tiempos de lucha terminan
que los sufrimientos se acaban
desear que las lágrimas no fluyan,
las entrañas no duelan,
las desesperanzas cesen.
Vidas truncadas que recuperar
momentos que no se olvidan
arrugas, ojeras, cicatrices
impuestas para siempre.
Del rostro cansado, el reflejo habla en el espejo
sin ganas...
Selló la piel y envejeció año sin fin
hasta el corazón gimió.
El alma camina despacio
el reloj sin tiempo marcha atrás, el tic tac resuena
mientras cobija el alma, un abrazo
negando el despertar
se viste de silencio al dormitar,
tal vez, algún día,
sonría...
Cuando ser libre, respirar y sentir
llorar, trabajar, comer,
Todo un compendio vivir,
sean de verdad el hoy..
María José Luque Fernández
