cuando el sol acaricie nuestras ca… escucharemos las verdades que dict… un espacio nuevo se ha abierto ent… estamos solos acá tirados en la nada sin hablar
Tu haces del silencio una oscuridad deseada en mis noche… nuestros cuerpos no olvidan esos días que ya pasaron y la quietud nos entrega una noche…
niñita asustadiza tranquila y obediente que navegas en aguas cristalinas dime que piensas porque te olvido recuérdame los sueños de tarde,
vivirán en mi todas las memorias que intento retener del olvido triste castigo de la existencia por esos momentos efímeros que quisimos vivir
Siluetas caminan en la oscuridad entre murallas cargadas de histori… temerosas del devenir porque se huele el peligro pero hay inmensidad
Siempre fue extraño conocerte,… desconocerte en el tiempo, desfas… A veces una nueva impresión, a v… tan igual, tan predecible. Tan antigua.
Perdí mi camino la luz no me guía más al destino a… el ocaso de mi ser rompe en olas f… una vez más una vez más me pierdo en el túnel…
Toco fondo. Cada noche, Me quito los aros, anillos y pulse… Amarro mi cabello. Me qui… No prendo luces, no cierro cortina… Cada noche, igual.
cuando me pierdo en el bosque infi… es cuando la noche recién comienza el brillo en tu mirada es lo que e… mi cuerpo y mis deseos de acercarnos
un fuego rabioso reside en mi garganta será un viaje largo para llegar hasta mis labios
vientos primaverales que encienden… y se expande una vez más todo lo que creo lo que he visto y he oído siempre al medio de un enredo flor…
Muchos días olvidé el desierto flo… clavado con vehemencia en mí puertas adentro en soledad y oculta de mis latidos más fuertes
Entre los arboles del bosque, entre risas y llantos queda el eco… Eco. Eco. El eco de muchos ruidos y sentires… hasta que quien los emitió vuelve…
Destellos de luz acarician el agua… el sol huye al final del día dejando huellas en cada ola que abrazan mi cuerpo en plena osc… hundida en el corazón
Me pierdo en tu ausencia y muere mi luz sedienta soy fuego abandonado de múltiples silencios nocturnos, hice una ofrenda de errores míos