#Andaluces #Españoles #Mujeres #SigloXX
Cóncavas piedras vienen a recibir… con un frescor que acepta mi mano… Guardo turno en el húmedo corredor… doy paso a las rameras y al ajuar… Públicamente expongo al agua mis r…
Verdad es que en el mapa figuraba… que una rueda de mi maleta iba gim… y que en las bocacalles su cansancio exponían con razón mi… Signos quizás de pérdida –de la es…
Los sábados teníamos de par en par… enseñando las luces doradas del do… mientras iban las horas resbalando… de ilusión en nosotras. Sentadas en pupitres, en filas o e…
Los postigos abiertos, ni siquiera… tras el sueño baldío, desalentada… su cumplida palabra en el mar del… Cuando luego me llegue hasta su ab… proseguiré mi sueño en su lecho in…
Con no previsto acuerdo a mitad de… en el torpe sofoco del hueco de la… me recorre una brisa, nuca abajo,… Me doblego al quehacer de su ofici… y al sueño al que me entrego, mien…
Quizás no sea ternura la palabra p… para este cierto modo compartido de quedar en silencio ante lo bell… o de hablar yo muy poco y ser tú l… misma, su emblema, aunque tan próx…
De un espeso tejido me rodea tu mu… por todos los contornos. Me abarcas como un pecho abierto a… como una gran maroma que en surcos… Has llegado a cubrirme, definitivo…
Porque te fue negado el tiempo de… tu corazón descansa tan ajeno a la… Tu sangre y carne fueron tu vestid… y la tierra no supo lo firme de tu… Aquí empieza tu siembra y acaba ju…
Como arreciaban más las olas, y la… seguía en su costumbre sin aviso, asomé a la terraza mi aprensión, y… ya no veía el faro y perdíamos pie e íbamos zozobrando aguas abajo, b…
¡Qué me intenta decir tu deterioro… muñeca frágil y doliente y herida, sin faldones que cubran tu cuerpo… sin un alma mecánica que te cubra,… de los años y el trato.
Comienza a serme infiel la piel de la garganta; pero ahora que se pierden tras de… tómame una vez más, mi desdeñoso a… mientras las algas ponen
Llevas un vaso lleno de transparen… entre inquietas manos y escurridiz… Puedes cantar el cielo, el amor, l… todo nacerá nuevo de tus labios he… Descubrirás en sueños la vida que…
Eramos gente hechas al don de mans… y a la vaga memoria de un camino a… Y nadie dio la orden. –Quién sabr… Pero todos, a un tiempo y en silen… el cobijo usual, el encendido fueg…
Bajo mi cama estáis, conchas, alga… comienza vuestro frío donde acaban… Rozaría una jábega con descolgar l… y su red tendería del palo de mesa… de este lecho flotante entre ataúd…
Estaba abierto el cielo y mi hijo… tan indefenso y tibio y aterido y… que lo sentí una obra sólo mía, vi… de un cuerpo paso a paso ofrecido… Lo envolví con mi aliento y él tuv…