¿Dónde la mano encendida bajo el sin luz de la luz? Red de espera, y sin espera extendida a nueva ausencia: pestaña del aire quieto

Al caos me asomo... El caos y yo por no ser uno no somos dos. Vida de nadie,

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La luna y el niño juegan un juego que nadie ve; se ven sin mirarse, hablan lengua de pura mudez. ¿Qué se dicen, qué se callan,

Quise encarnar mi ansia en una sol… En una forma altiva florecer en be… Que tuviera un anhelo sutil de mar… Y que fuera la gracia blasón de su… Pero en mi vida nada se acerca ya…

Yo me esconderé pero que no me veas ¡oh Tiempo! por invisible claro viajero. Yo te observaré en tu intimidad, cuando crees estar solo y desnudas el secreto

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Bajo la alta soledad inmerso, a la deslumbre del azul ufano, el viento enseña el ala del revers… toda ventana abierta sobre el vano… Aquí, sobre este lado de antepecho…

Por el verde, verde verdería de verde mar Rr con Rr. Viernes, vírgula, virgen enano verde

Ilesa isla intacta bozal del mar nómada, cabezal de nardos ahogados en luz. Un ladrido en clave

Allí, –en lo no mío, en mí– estaba el paisaje. Sonaba la músic… —Catedral de recuerdos.— Se borró el paisaje. Y pasó la mú… Aquí mi paisaje; aquí, ésta, mi mú…

Su cuerpo resonaba en el espejo vertebrado en imágenes distantes: uno y múltiple, espeso, de reflejo reverso ahora de inmediato antes. Entraba de anterior huida al dejo

Esta rosa quema el aire templada, sin desgarro, a solas con lo eterno, llega al morir de ahora de sí misma apartada.