Te sostengo entre mis dedos,
veneno que sabe a gloria,
bailas humo en mi garganta,
me coronas de derrota
Me quemas en cada suspiro,
arde fuego en mi boca,
se enreda tu vicio en mi pecho,
y en mis manos te demoras
Sé que serás despedida,
sé que pronto te añoraré cada hora,
pero hoy, rendida en tu humo,
te consumo hasta que me ahogas