De pronto comenzaron a llorar las criaturas los perros en el ángelus las vírgenes propensas los ancianos a término

Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...

Por lo menos habían transcurrido quince años sin que Ignacio supiera nada de Martín o de Alfonso. Nada, de modo directo, claro, ya que indirectamente le habían llegado esporádicas refer...

Yo digo ¿no? esta mano que escribe mil doscientos y transporte y Enero

Siento que mi pueblo escucha cuando canto lo que siento. Ganapán del escarmiento, no me pongas la capucha. No vas a conseguir nada:

Durante muchos años y tantísimos versos el paisaje no estuvo en mis poemas vaya a saber

Sé que no bastarían las mejores enredaderas del verano para cubrir el muro de mis lamentos lo curioso es que esos plañidos

Al espantapájaros no le importa el… más bien lo hastía su obligación g… y además se siente desolado con su sombrero roto y sus andrajo… al espantapájaros no le importan l…

El día o la noche en que por fin l… habrá que quemar las naves pero antes habremos metido en ella… nuestra arrogancia masoquista nuestros escrúpulos blandengues

En mi ciudad hay varios espantos i… pero también existen los visibles el más de todos es un monumento que planearon levantaron y sobre todo inauguraron

Vino el patrón y nos dejó su niño casi tres horas nos dejó su niño, indefenso, sonriente, millonario, un angelito gordo y sin palabras. Lo sentamos allí, frente a la máqu…