#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1974 #ElAmorLasMujeresYLaVida
El cuento es muy sencillo usted nace en su tiempo contempla atribulado el rojo azul del cielo el pájaro que emigra
Soy mi huésped nocturno en dosis mínimas y uso la noche para despojarme de la modestia
No puede ser. Esta ciudad es de mentira. No puede ser que las palmeras se d… a acariciar la crin de los caballo… y los ojos de las putas sean tiern…
Como esplende un sesentón cuando l… al bisoño que intentó conseguir el… asiento libre como bienquiere el contribuyente s… número cuatro en el momento de enf…
Columnata de árboles o nada / sombras sobre piedras herméticos zaguanes o nada / hojas en el viento la llaman calle de abrazados
Uno llegar e incorporarse al día Dos respirar para subir la cuesta Tres no jugarse en una sola apuest… Cuatro escapar de la melancolía Cinco aprender la nueva geografía
Lluvia regen pioggia pluie crea cúpulas vértigos confianzas sencillamente cae sobre tus hombro… golpea en el paraguas que no puede sentir que llueve en cuatro en och…
Voy a cerrar los ojos en voz baja voy a meterme a tientas en el sueñ… En este instante el odio no trabaj… para la muerte que es su pobre due… la voluntad suspende su latido
Es increíble lo que está pasando. El invierno desciende caluroso los ángeles orinan en las fuentes cantan los gallos a las nueve y me… que es una hora sin ningún prestig…
Volvió el noble trabajo pucha qué triste que nos brinda el pan nuestro pucha qué triste me meto en el atraso
Después de tanta quietud tanto sil… el país gira como un trompo llega a la orilla de las decisione… de las falencias y del optimismo cada uno lleva su ramillete de gan…
Ojo por ojo lente por lente. A enemigo que huye puente
El 21 de noviembre de 1975, Buenos Aires empezó siendo una mañana fría, soleada, menos húmeda que de costumbre. Como todos los viernes, las calles del centro eran desde temprano u...
Alguien limpia la celda de la tortura que no quede la sangre ni la amargura alguien pone en los muros
El silencio del mar brama un juicio infinito más concentrado que el de un cánta… más implacable que dos gotas ya acerque el horizonte o nos entr…