#1995 #ElOlvidoEstáLlenoDeMemoria #EscritoresUruguayos
Vuelves, día de siempre, rompiendo el aire justamente donde el aire había crecido como muros. Pero nos iluminas brutalmente y en la sencilla náusea de tu clar…
Desde el viento que arrastra tanta… como futuros ángeles caídos desde este basto sótano de cielo, hasta el que Dios no baja pero igual llega el miedo.
Cada vez que nos dan clases de amn… como si nunca hubieran existido los combustibles ojos del alma o los labios de la pena huérfana cada vez que nos dan clases de amn…
No puede ser. Esta ciudad es de mentira. No puede ser que las palmeras se d… a acariciar la crin de los caballo… y los ojos de las putas sean tiern…
—Un momento. Quiero saber con quién estoy hablando. —René, no cortes esta vez. Es larga distancia. —Desde hace bastante tiempo. ¿Te acordás de cuando cumpliste catorce años?...
En esta noche de pálpitos y conjur… en esta noche flamante habitan tan… la del labriego la del farero la d… la del cocuyo la del murciélago la… noche con sábanas de fruición y ta…
Las circunstancias / tiempo en car… ponen a nuestro alcance pena y goc… pero más de una vez nos llevan a remolq… amor es más que un juego o un dilu…
Mi saldo disminuye cada día qué digo cada día cada minuto cada bocanada de aire muevo mis dedos como si pudieran
¿Cómo será el mundo cuando no pued… ni escucharlo ni tocarlo ni olerlo… ¿cómo serán los demás sin este ser… ¿o existirán tal como yo existo sin los demás que se me fueron?
Tenemos una paciencia verde y sóli… una paciencia a prueba de balas y… sabemos aguantar con los delirios… hacer almácigos con nuestros odios… tenemos una esperanza blanca y pró…
La vida cotidiana es un instante de otro instante que es la vida to… pero a su vez cuántos instantes no… ese instante del instante mayor cada hoja verde se mueve en el sol
Cuando el presente castigas cuando el pasado te nombra para algunos sos la sombra para nosotros Artigas
Tutor de los perdones distribuidor de penas condona las condenas condena los condones
Hubo un tiempo en que nos fijábamo… en el muro de ceniza y en la noche… y en la luna pálida de tantas dest… y así apostábamos a la melancolía inconscientes de que ése no era aú…
Vino el patrón y nos dejó su niño casi tres horas nos dejó su niño, indefenso, sonriente, millonario, un angelito gordo y sin palabras. Lo sentamos allí, frente a la máqu…