mis sentidos se apagan, se marchitan
ya no hay texturas, sabores, colores.
el oxigeno se agota en este encierro
y la visión cada vez se vuelve mas nublada
los pensamientos hablan y lloran.
las noches en vela son largas
y las horas de sol cortas
solo soy capaz de sentir
la afilada daga, la afilada lengua del ser humano
que bajo encierro se vuelve ponzoñosa y oscura.
CUARENTINE