Los leones rondaban la casa. Los leones siempre rondaron. Siempre se dijo que los leones ron… Parecían salir de los paraísos y e… Los leones eran sucios y dorados.

Estoy sentada en medio de la soledad del bosque. Los nogales –con qué precisión– acomodan sus frutos exquisitos dentro de las bolsitas de madera. Se oye el breve alarido de las martas q...

A veces, en el trecho de huerta qu… a la alcoba, se me aparecían los á… Alguno, quedaba allí de pie, en el… blanco –oh, su alarido–, como una… blancas como la nieve o color rosa…

Cuando nací había muchísimos higos. No puede ser, me diran, si era invierno y hacía frío. Sin embargo fue así; estaban en todos los árboles, áun los que no eran higueras, y en medio de...

Las flores de zapallo corren por el aire y por la tierra como una enredadera de bengalas; mi madre las siega, las pone en el cesto; de pronto, se estremece, queda inmóvil; pero, huye ha...

Empecé a ver casas y casas. Y casas que estaban más allá de las casas. Que no se podían ver. Y cosas que sucedían hectáreas más allá, y una flor que nació en los lejanos jardines de la ...

Domingo a la tarde, y voy por el huerto sin recordar cómo salí y llegué hasta acá. El cielo es de oro, deslumbrador, y de los naranjos caen frutas y flores. Trepo a uno, según mi costu...

Ellos tenían siempre la cosecha má… A veces, al mediodía, cuando el so… nos atreviéramos–, mi madre y yo,… íbamos por los senderos de la huer… casi invisible, hasta la vid de lo…

Árbol de magnolias, te conocí el día primero de mi inf… a lo lejos te confundes con la abu… de donde ella sacaba el almíbar y… De ti bajaron los ladrones;

Al alba bebía la leche, minuciosam… volvía a hilar la miel, a bordar a… A lo lejos, pasaban las gacelas co… a las piedras, a los altos ídolos,… Y, qué podía hacer; tenderme allí,…

Este melón es una rosa, este perfuma como una rosa, adentro debe tener un ángel con el corazón y la cintura siempr… Este es un santo,

Anoche realicé el retorno; todo sucedió como lo preví. El plantío de hortensias. La Virgen —paloma de la noche—vuela que vuela, vigila que vigila. Pero, los plantadores de hortensias, l...

Cuando fui de visita al altar usé vestido de organdí celeste más largo que yo, por donde, a ratos, sobresalía un pie de oro, tan labrado y repujado, desde el seno mismo de mi madre. ...

Anoche, volvió, otra vez, La Somb… cien años, bien la reconocimos. Pa… el dormitorio, la cocina; rodeó la… como huesos, las dulceras con olor… Tomó al dormitorio, interrumpió el…

Se adelantaron en el aire como bai… Quedé espantada. En puntas llegue… Pero, la mariposa estaba allí. Se… A veces, como una pesadilla, llamo…