#EscritoresCubanos
—¿De qué estás triste? —De amor. —¿Por quién? —Por cierta doncella. —¿Muy bella, pues?
En la vida desterrada No hay puerto, seno ni abrigo Como el hallar un amigo En la sed de la jornada. Pero el consuelo es mayor
¡Dolor! ¡Dolor! eterna vida mía, Ser de mi ser, sin cuyo aliento mu… * * * Goce en buen hora espíritu mezquin… Al son del baile animador, y prend…
¡Quién sabe si hay una niña que se parezca a Nené! Un viejito que sabe mucho dice que todas las niñas son como Nené. A Nené le gusta más jugar a «mamá», o «a tiendas», o «a hacer dulces...
Yo miro con un triste placer, como en la fiesta Del noble Jerez pálido la copa llena guían las blancas manos trémulas
¿Me casé? Yo me casé Con un cestillo de nubes: Y en la noche de mis bodas Vi que era un cesto de cintas azul… Y vi el cesto, yo lo vi
Contra el verso retórico y ornado El verso natural. Acá un torrente… Aquí una piedra seca. Allá un dor… Pájaro, que en las ramas verdes br… Como una marañuela entre esmeralda…
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en tí. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado ...
Yo tengo un amigo muerto Que suele venirme a ver: Mi amigo se sienta, y canta; Canta en voz que ha de doler. “En un ave de dos alas
Traidor! Con qué arma de oro Me has cautivado? Pues yo tengo coraza De hierro áspero. Hiela el dolor: el pecho
Quiero, a la sombra de un ala, Contar este cuento en flor: La niña de Guatemala, La que se murió de amor. Eran de lirios los ramos,
Vino el médico amarillo A darme su medicina, Con una mano cetrina Y la otra mano al bolsillo: ¡Yo tengo allá en un rincón
¡Desque toqué, señora, vuestra man… Blanca y desnuda en la brillante f… En el fiel corazón intento en vano Los ecos apagar de aquella orquest… Del vals asolador la nota impura
El infeliz que la manera ignore De alzarse bien y caminar con brío… De una virgen celeste se enamore Y arda en su pecho el esplendor de… Beso, trabajo, entre sus brazos su…
Estoy en el baile extraño De polaina y casaquín Que dan, del año hacia el fin, Los cazadores del año. Una duquesa violeta