#Cubanos #Habaneros #Modernismo #SigloXIX #1891 #VersosSencillos
¿Por qué no acaba todo, ora que pu… Amortajar mi cuerpo venturoso Con tu mantilla, pálida andaluza? No me avergüenzo, no, de que me en… Clavado el corazón con tu peineta!
Hoja tras hoja de papel consumo: Rasgos, consejos, iras, letras fie… Que parecen espadas: Lo que escri… Por compasión lo borro, porque el… El crimen es al fin de mis hermano…
Si quieren que de este mundo Lleve una memoria grata, Llevaré, padre profundo, Tu cabellera de plata. Si quieren, por gran favor,
Como fiera enjaulada Mi asiento dejo-empujo la entornad… Puerta, vuelvo a mi libro, Los anchos ojos en sus letras clav… Como cuerdas heridas, tiemblo y vi…
Oh, ritmo de la carne, oh melodía, Oh licor vigorante, oh filtro dulc… De la hechicera forma! No hay mil… En el cuento de Lázaro, si Cristo Llevó a su tumba una mujer hermosa…
En el alféizar calado De la ventana moruna, Pálido como la luna, Medita un enamorado. Pálida, en su canapé
Así, niña querida,—de manera Que lentamente el corazón se infla… Y ya tu imagen en mi amor no muera… Aunque haya mucho tiempo que te am… Lento, lento,—de modo, niña mía,
¿Qué importa que tu puñal Se me clave en el riñón? ¡Tengo mis versos, que son Más fuertes que tu puñal! ¿Qué importa que este dolor
Señor, aún no ha caído El roble, a padecer por ti elegido… Aún suena por su fibra Rota el eco del golpe: aún tiembla… Dentro el tronco el acero, al aire…
Yo quiero salir del mundo Por la puerta natural: En un carro de hojas verdes A morir me han de llevar. No me pongan en lo oscuro
¡Dolor! ¡Dolor! eterna vida mía, Ser de mi ser, sin cuyo aliento mu… * * * Goce en buen hora espíritu mezquin… Al son del baile animador, y prend…
Estos son mis versos. Son como son. A nadie los pedí prestados. Mientras no pude encerrar íntegras mis visiones en una forma adecuada a ellas, dejé volar mis visiones: ¡oh, cuánto áureo...
Dicen que un suizo, de cabello rub… Y ojos secos y cóncavos, mirando Con desolado amor a sus tres hijos… Besó sus pies, sus manos, sus delg… Secas, enfermas, amarillas manos;
Tiene el leopardo un abrigo En su monte seco y pardo: Yo tengo más que el leopardo, Porque tengo un buen amigo. Duerme, como en un juguete,
Yo sueño con los ojos abiertos, y de día y noche siempre sueño. Y sobre las espumas del ancho mar revuelto,