Alma que me transportas: Voz desatada Que a las almas ajenas Llevas mi alma; Cinta, cinta de fuego

La poesía es sagrada. Nadie De otro la tome, sino en sí. Ni n… Como a esclava infeliz que el llan… Para acudir a su inclemente dueña, La llame a voluntad: que vendrá en…

Dicen que un suizo, de cabello rub… Y ojos secos y cóncavos, mirando Con desolado amor a sus tres hijos… Besó sus pies, sus manos, sus delg… Secas, enfermas, amarillas manos;

Cuando me vino el honor De la tierra generosa, No pensé en Balnca ni en Rosa Ni en lo grande del favor. Pensé en el pobre artillero

Señor: en vano intento Contener el león que me devora: Hasta a escribir mi amargo pensami… La pluma recia se me niega ahora– Señor: mi frente fría

Ven, mi caballo, a que te encinche… Que no con garbo natural el coso Al sabio impulso corras de la vida… Sino que el paso de la pista apren… Y la lengua del látigo, y sumiso

¡Tú flotas sobre todo, Hijo del alma! De la revuelta noche Las oleadas, En mi seno desnudo

La noche es la propicia Amiga de los versos. Quebrantada, Como la mies bajo la trilla, nace En las horas ruidosas la Poesía. A la creación la oscuridad convien…

Mi amor del aire se azora; Eva es rubia, falsa es Eva: Viene una nube, y se lleva Mi amor que gime y que llora. Se lleva mi amor que llora