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Invierno
Veo olas, piedras, arena, cangrejos y sirenas.
Veo amor, soledad, furia, magia, también belleza.
Pero la playa no lo sabe.
El humano cambia y cambia su furia,
así como cuando las olas retumban.
Pero la playa no lo sabe.
Cada amor es una distinta obra
y cada piedra tiene su forma.
Pero la playa no lo sabe.
La soledad es serena
e infinita tal arena.
Pero la playa no lo sabe.
Hay belleza lejos
como hay cangrejos
Pero la playa no lo sabe.
Vida plena:
magia y sirenas.
Pero la playa no lo sabe.
Este poema nació a raíz de una soleada y soledosa tarde de invierno en la playa.
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