No sé nada de ti. De mí no sabes nada. Sólo que al encontrarse nuestros ojos un día,

Cuando llegué te habías ido del brazo de otro amor. Y no quise decirte: «Vuelve, perdóname esta vez, se me hizo tarde,

Quiero volver a la que un día llamamos todos nuestra casa. Subir las viejas escaleras, abrir las puertas, las ventanas. Quiero quedarme un rato, un rato

Con paso de gacela vulnerada cantando vienes por el bosque umbr… coronada de juncos, ramos, lirios. Oculto entre los árboles un silencio de pájaros anuncia

Como ir casi juntos pero no juntos, como caminar paso a paso y entre los dos un muro

Te rompieron la infancia, Leyla K… Lo mismo que una espiga o el tallo de una flor, te rompieron los años del asombro y la ternura,

Un breve instante se cruzaron tu mirada y la mía. Y supe de repente —no sé si tú también— que en un tiempo

De tanto quererte, mar, el corazón se me ha vuelto marinero. Y se me pone a cantar en los mástiles de oro

Si acaso al otro lado de la vida otra vez, por azar, nos encontramo… ¿se reconocerán nuestras miradas o seremos tan sólo un par de extra… De todos modos te amaré lo mismo.

Toca mi corazón tu mano pura, lejano amor cercano todavía, y se me vuelve más azul el día en la clara verdad de la hermosura… Memoria de tu beso, la dulzura

No las vi, si las hubo, señales que me advirtieran que el amor tuyo no era para mí. Por eso andando seguí

Dejo este amor aquí para que el viento lo deshaga y lo lleve a caminar la tierra. No quiero

La muerte no es quedarme con las manos ancladas como barcos inútiles a mis propias orillas, ni tener en los ojos,

Nada igual a esta dicha de sentirme tan sola en mitad de la tarde y en mitad del trigal; bajo el cielo de estío

Cuando presiente el corazón la glo… de ser libre por gracia del olvido… me llega entre la noche, como el r… del mar en la distancia, tu memori… Con ella viene la tenaz historia