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En compañía de la soledad

Y ya no le quedaron fuerzas
Para luchar a contracorriente,
Se dio cuenta de que su destino
Era permanecer sola,
Pues era su mejor compañía,
Y se canso de doblegarse
A figuras que le causaban agonías,
Pues ya era conocedora de la soledad,
Y ya no tenía miedo
A permanecer
Como un ermitaño corazón herido,
Que por un lado deseaba la soledad
Cansado de compartir sus emociones
Para ganarse desilusiones,
Y contradiciéndose,
Por otro lado necesitaba
Aquello que nunca le han otorgado,
Seguridad, fidelidad, armonía,
Paraíso, amor desenfrenado,
Pues más bien siempre fue
Doblegado a un amor incompatible,
Como un limón escurriéndose en la herida,
Quizás la razón Fue que siempre buscaba lo difícil,
Le atraía lo complicado,
Sus impulsos siempre fueron tan fuertes
como los latidos de su corazón.

(2015)

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