Y en esa noche estrellada y fría
Estabas tú,
Estabas tú con esa sonrisa de niño,
Cara de inocente, manos insaciables,
En esa noche fría y estrellada estabas tú.
Y me deje guiar por tu inocencia,
Inocencia que ocultaba tempestades,
Bajo esa apariencia inofensiva,
Se ocultaba un charco cargado de males.
Y en esa noche estrellada y fría
Estabas tú,
Estabas tú con esa mirada humilde,
Inseguro y con ignorancia de dolor,
En esa noche fría y estrellada estabas tú.
Y cargue con las consecuencias
De moverme por apariencias,
Porque cuando la pasión,
La atracción y la ilusión aparecen
En mi, mi corazón no sabe de reglas.
Y en esa noche fría y estrellada
Estabas tú.