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Sin boda ni pal almuerzo

Contiene audiovisual

Hallábase allí el adlátere
oculto en el abrotano
convertido en adefesio
de abigarradas albarcas,
cual al verse en descubierta
y luciendo agrestes modos
como agolámico activo,
lanzóse sobre la moza
que brillantósa y untánte
cual salida de una alcuza,
escurrióse de sus garras.
 
Defendióse como pudo
sin entender tal enjundia
ni esa actitud de babieca.
Escuchaba borborígmos
producto de la ajumada,
comprendiendo que sin ella,
nunca hubiese osado a tanto,
¡mas no debo consentir,
no soy yo una barragana,
venderé cara la lana!
¡"Se la oyó como gritaba"!
 
De un manotazo tirólo
de morros contra el chiquero,
¡"estás muy mal del caletre,
de mí no tendrás grimpolas,
antes te hundiré la cresta,
a golpes de mi cachaba"!
Hay testigo que asegura,
que la oyó soltar un cuesco.
¡"No te soplaras el himen
sin comerte el himeneo"!
Tenia las ideas claras.
¡Sin boda, ni pal almuerzo!
 
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Muy cogitabunda oteo
los ditirambos arcanos,
¡y lo veo y no lo creo!
¡se entronan cuescos kafkianos!
 
Deyecciones de crisma hueca,
que tan solo dignas son
de dipsómano en figón
o de estólido babieca.

Preferido o celebrado por...
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