Palabrería con una empática.
La lengua se me va a caer,
se me va a caer en el momento que abra la boca
para solo soltar un suspiro tras parecer loca.
El aire que respiro me corta la garganta,
se me seca, y a ella le encanta.
Pero,
cuando llora,
de mi garganta parece querer salir agua.
Agua que ella necesita para saciar su prohibición del habla.
¡Habla, habla y habla
pero no sabe ni cómo!
Te vi al mentirme y al mismo tiempo mezclarte en lágrimas.
A decir verdad,
no sé cual de las dos cosas me enamoraron.
Quizás fue tu increíble manejo de expresión,
Quizás tus palabras,
Quizás el haber pensado que eras humana por un momento.
