Siento los ecos otra vez,
como dardos que
s i e m p r e aciertan en el blanco
Me desgarras de a poco
las heridas más profundas
Me recuerdo niña e inocente
con el peso del presente en mis manos
y el futuro en los hombros,
encorvada la esperanza
por el enorme peso
Sin volante para conducir
todo el manojo de nervios
Me encuentro en el mismo lugar
Los ecos de tus dagas reabren heridas
Las palabras c o r r o s i v a s de tu boca
me consumen y carcomen por dentro
Se apaga la bondad y la esperanza,
y en esta oscuridad solo se prende
la llama de la autodestrucción,
escucho un coro de voces...
se suman a la tuya,
intentan conducirme a las cenizas
y pretenden que me entierre viva
Las manos no bastan
para cubrir los oídos,
solo me queda h u i r
Escapar de ti, de mí
y del fantasma del pasado que
atormenta a plena luz del día
R e f u g i a r m e
hasta que pase la tormenta
y reunir la vida que queda
para seguir sobreviviendo
Qué dolor impregnan tus corrosivas palabras,
me pintan de azul por dentro,
por fuera me vuelvo pálida
y anhelo d e s a p a r e c e r
hacerme una con el viento
para huir bien l e j o s