Como la mañana alegre
Reserva derecho de autor.
Cuando te diga adiós con mi poema Improvisando palabras en el aire Antes te diré lo mucho que te quie… Cuando me decida al fin dejarte. Cuando te diga adiós con mi poema
Vengo en nombre De la paz, En voluntad del reino. Pido del hombre Su justicia,
La lluvia, los relámpagos y los tr… también la música poética que estalla... sentimientos, sentimientos, con su color violeta;
Considerad, lo que os digo, Esta lengua roída por el cáncer: Soy un poeta en un mundo obscuro Que pierde su voz en vano Profetizando el amor con clase.
Tu boca dulce de miel impaciente; Son exquisitos labios de besar, Besos enteros de tu aliento fresco Que me hacen querer desear más. Besos ardientes que me encantan;
Yo no quiero otro amor, más que no… De la luz de tus ojos, la claridad… Hermosura cuya extraña, es lucient… No hay más luz de tú belleza, la e… Eres la mujer, la amante de mis pe…
Mujer que en mi gobiernas Tus dulces labios... Mujer que me enamoras, En tus tiernos brazos. Curaste todas mis heridas
Hace años mis dones se perdieron, como pájaros heridos que nunca hal… y mi pluma quedó muda, testigo del… reposando en el polvo de mil silen… Hoy han vuelto, temblando bajo la…
Escapar del destino es irrevocable Como del pasado que experimentamos… Todo en nuestra vida es una escrit… Qué va marcándonos a nuestros paso… Cuya persona vive de esa realidad
En altas hora de la noche; Anda rondando una Mujer, vestida de traje Negro muy complaciente A la vez.
¡Lorena, _ ved mi alma, en sus cru… Donde no perdura la flor ni la luz… ¡En vano hemos buscado todos nuest… Cuando apenas empieza el tormento… Triste mi vigilia, _ dentro del ca…
Para el amor de mi vida, Puse la mirada al suelo, Sin contemplar la despedida Olvide que era mi amor verdadero. Me fui alejando de ese sentimiento…
Cuando vi por primera vez Tus ojos, dentro de la luz Donde abarca tu alma, de Ese infinito encuentro Donde tus labios tocaban
Ella me dijo que me amaba. Lo repetía durante el día, En el amanecer por las mañanas Un beso de ella recibía. Al menos eso es lo que decía,
Cuando miro las estrellas sembradas allá arriba, creo en el jardín que no verán los mortales; cuando examino las semillas