Miguel Peñafiel

DUALIS

Poesía

 
 
Yo vi la noche abrir su boca de hierro
y al día romperse entre gritos de sol.
Vi al ángel herido danzar sobre el cerro,
vestido de sombra, cantando al dolor.
 
Sus alas, la guerra de opuestos eternos,
la luz y el abismo chocando en su piel;
la tumba era un templo, sus ojos, infiernos
que hablaban del cielo, del fuego, del bien.
 
En mi conciencia secreta, aún sin nombre,
no sé quién es más hondo en mi interior:
si aquel que construye como un dios de hombre,
o el que todo arrasa como un cruel escultor.
 
¿Soy templo o ceniza?, ¿redención o castigo?
¿Soy vida que late o soy su final?
El eco responde, tan frío, tan ambiguo...
“No hay cielo ni infierno, sólo tu umbral”.
 
Y sigo en la piedra del mundo quebrado
como un dios sin altar ni perdón,
con el alma partida, lo eterno abrazado,
y en el pecho un relámpago sin redención.

Reserva derechos de autor.

Autres oeuvres par Miguel Peñafiel...



Haut