Entre la noche
Reserva derecho de autor.
En aquel preciso momento MI mente… Qué no daría por revivir los recue… De estar a su lado en sus brazos Bajo nuestra noche silenciosa, Donde disfrutábamos amándonos
Para una mujer tan bella Le hago este poema. Nadie es dulce como ella, Para hablar del tema. Que por su rostro blanco
En esta sed de amor, llena de recu… Tan llena de sentimientos, El recuerdo de tu amor brota Como un caudal llena de versos. Mi mente vuelve a conocerte
Querido amor, por qué te quiero as… Gentilmente no te pienso usar, Sabes realmente que muero por ti, Y de este amor no pienso parar. A través del claro amor de mis ojo…
La bruma danza en la piel de la no… susurra su luto en el viento dormi… El alma errante, sin voz ni derroc… se ahoga en la sombra de un tiempo… Las hojas mueren, los astros se ap…
Oh, mi bella ciudad tan bella y ex… Tu no tienes la culpa de mis penas… Sino quienes la conforman aquí. Te llevare Dentro de mi sangre, c… Quien merecida tiene ser amado por…
Amé como ninguno, porque valía la… Amar constante, La humanidad que amaba, y, a lado… Entregué todo mi corazón ante el f… Para demostrar, que estoy listo pa…
El ÉXTASIS QUE NOS GUÍA por este círculo de vida, nos anuncia: una puerta oscura que nos arrastra pesadamente a la espesa penumbra de un oscuro cuarto. Nuestros ojos, pocos hechos para ...
Vino, como una mujer tan buena Vestido su amor de inocencia, Y la ame como nunca he amado Como aportar amor a la ciencia. Y luego la fui descubriendo
(Coro) Lumiáre, sanctus vocare, Aeternum, in tenebris stare. Dominare, lux aeterna, Ameno, ameno spirare.
Que me perdone tu amor Que me perdone a conciencia Porque no soy un fantasma Que ignoras con indiferencia. Que me perdone tu amor
Hundida en la tristeza Más sola y más dura, Se siente en la bajeza Con su alma pura. Su rostro callado
En el corazón Del albañil, Hay un alma, Que se pone A crear,
El príncipe enamorado, fue Flechado por una mujer Muy bella, al ver su rostro De cristal se acordó de las Estrellas.
Dulce corazón, dulce corazón, Vengo a tu sombra a jugar, A la orilla de tu razón Quiero un poema formar. Tu corazón de oro y plata,