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MI ÚLTIMA REFLEXIÓN

Mi última reflexión

MI pluma ha muerto; sea su último elogio escrito a base de este amor, mis palabras fúnebre a su buena memoria por mi querida Shirley.
Aquí yace mi espíritu atormentado, en mis horas de labor y estudio, la sutil esencia que aprisiono a mis poemas en las interrogadora sombras.
Señala mi abogado defensor, que la denunciante se ha retractado de los límites de su interioridad, a base de que hemos presentado un escrito con mi firma; en donde me comprometo jamás volverla acosar e intimidar, bajo amenazas que para mi no son más que simples palabras amorosas de un frustrado sentimiento que no quiere entender por las buenas; que lo perdió todo, en este amor!...
Pues no soy culpable, me declaro inocente; estoy consciente de que no he cometido ningún crimen, el único pecado que he cometido ha sido amarla, entregar cada gota de amor a este lindo sentimiento; y haberlo dado y perdido todo por ella. Pues tampoco me arrepiento de haberla amado, más pienso que en cada segundo, en cada minuto, en cada hora, la pase de maravilla junto a ella; en la que puedo decir que mi tiempo habrá sido corto, pero emocionante en nuestros días vividos; solo, que las melodías románticas, el amor, habría sido mi enfermedad y las causas del motivo por la cual me llevaron actuar así, siendo mi único testimonio escrito; antes de dar por terminado este lío de amor...
Dejo la seriedad para los políticos, para los banqueros y prestamistas, a los sacerdotes de todos los cultos, a los abogados, a los fiscales, y a muchos atacantes; que si pudiera nombrarlos, esta lista no terminaría nunca. Mi amor por esa mujer no lo resuelve nadie, porque si yo quisiera; pudiera seguirla acosando como ella dice: pero más que un poeta, soy también un hombre de palabra, ya he firmado el documento; y aunque pudiera romperlo, esto entonces no significaría nada... Más que un simple capricho mío...
Mi pluma ha muerto, qué será que le paso a mi pluma? Es la pregunta que hoy me he hecho, desde que firme ese pacto, la tinta de mi pluma ya no logra escribir; no creo que sea la tinta que por mala suerte se haya terminado!... Si anteriores de veces lograba escribir, entonces comprendí que desde, que selle el destino de ese amor; la magia de mi pluma dio por concluido sus días, que mi Dios me ampare ante mi suerte: porque desde hoy, me he quedado completamente solo.

Reserva derecho de autor.

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