Seamos sinceros amor, A mi edad Tan corta, No me es posible Engañar o engañarnos.

Sobre el campo triste está Miguel… El mismo paisaje que me vio crecer… Un aroma imperceptible refresca la… Con la hora presente, que me vio n… ¿Con qué llenó mi corazón? Amor p…

Señor!... si ella no está en mi de… Que voy hacer! si ella era tan bue… ¿Por qué tuvo que salir de mi cami… Como una maldición para mi pena? Pero, ¿cómo luchar contra el desti…

Recuerdo que alguna vez me Decías que tu amor por mi Nunca moriría, pienso que te Equivocaste porque mi triste Realidad se ha convertido en

Amor de mi pasión, por tus encanto… Se debe que te deba tanto amor, Recibe este poema que te mando En muestra que te amo con fervor. Amor tan grande, haces de mi ingen…

¡Que lindo! Si el olfato fuera ta… Le rozara la piel con su aroma div… En su fragancia exquisita contacto Mujer fragante como exquisito vino… Mi nariz tan noble y de honor acto

Cómo aquellos poetas que dejaron s… Una fragancia en el viento de sang… Mi alma desea pagar con mis sentim… Al silencio de la calleja triste y… Muerte fraternal; que en tu corazó…

Que mundo tan difícil... Que está marcado por las drogas, Y deseamos partir lentamente... Con su sagrada virtud maravillosa.

Está bien, vas con otro, lo acepto… Y recuerdo los días que fuiste de… Ahora eres como la flor que adorna… Como mi estrella que brilla en un… Yo que admiraba tus formas, toda t…

Eres una mujer extraordinariamente Fenomenal, Tan hermosa para adaptarse a una Figura de moda, A veces te preguntas: dónde está

Hospitalaria y fiel en su encanto Donde mirar uno se acostumbra Dulzura de amor, letra de mi canto Como un claro de luna en la penumb… Es como un dulce sueño en el día

No te mendigare amor, Si es lo que tú pretendes, Que equivocada entiendes Tú estás con mi clamor. No te mendigare amor,

MI pluma ha muerto; sea su último elogio escrito a base de este amor, mis palabras fúnebre a su buena memoria por mi querida Shirley. Aquí yace mi espíritu atormentado, en mis horas de ...

¡Melancolía!, patriarca del saber; En tus manos me dispongo, A cantar mis dulces penas... En tu regazo de tu asombro. Yo soy el poeta abandonado;