La musa de un poeta
El poeta de una musa
La vida es para vivirla contigo
Que vida tan bella es aquella contigo
En nuestra intimidad
En nuestra inmensidad
Eres mi cabaña nevada
De leña caliente y dulce brasa
Padecía de un frío en mi alma
Tal que me cuestione su mera existencia
Hasta que tu mano suave la alcanzo
Y ahora planea tan libre embriagada en amor ni
Tu nombre es una pequeña plegaria
Que las luces celestiales me dieron
Cada átomo de tu prístina existencia
Es lo que me ha dedicado la luna
Has recostado mi vida sobre la tuya
Somos una unidad eterna
Un atlas de camino que tus besos me dan
Tus besos de sabor a vida misma
En la romántica aurora de tu ser navegaré
Hasta que solo quede mi alma en tu alma
Tú alma en la mía, en la aurora del horizonte.