Domingo, como uno de tantos, como nos pasa a unos cuantos.
Me encuentro desmotivado, triste, deshidratado, y como Bobby Pulido: desvelado.
Claro que tengo ansiedad, resaca y depresión porque vivo bajo la presión del foco, de sus lenguas y sus ojos... Y claro que nadie se da cuenta, sé que tú tampoco.
Mañana empieza otro lunes, otro día triste, aburrido y sin sentido de vivir.
De nuevo me desvelaré, estresaré, descuidaré, ganaré la mitad y gastaré el doble.
Seguiré solo, con más ganas de beber y menos ganas de vivir, pero por mi tumba que así lo haré, si es necesario me obligaré.
He pasado así 4 años, claro que puedo con eso y más, es duro pero confío en que ganaré... Y sino, al menos lo intenté.
Esta es mi declaración: «O acabo yo o acaban conmigo», me lo juego todo, al fin, para eso vivo.
Claro que estoy preparado para lo que viene, porque vengo de ahí, porque ahí viví, porque para eso nací...
Esta es y siempre ha sido mi guerra, una guerra contra mí, contra mi destino, contra las personas, contra la vida misma.
Quisiera sentirme fuerte y firme como la pluma con la que escribo mis poemas menos tristes, pero hoy me siento como las minas de este lápiz, con las que escribo estas frases pesadas, rotas y tristes, pero al fin y al cabo frases.
Frases grises...
Unas minas débiles, delgadas y frágiles, quisiera dormir tranquilo y en paz como cuando era niño.
Pero para hoy necesitaré un par de cervezas para no despertarme en la mitad de la madrugada y su entera oscuridad.
Mañana necesitaré otro par para lanzarme a mi guerra, pasar este trago amargo y saborear la cruda realidad.
Buenas noches y amargos sueños ansiedad <3