Estabas ahí sentado,
viviendo tu vida
y yo mirándote,
viviendo la mía.
Estabas ahí sentado,
como cualquier otro día
y yo temblando,
sin poderte tocar...
¡Maldito el tiempo!
en el cual creamos este alejamiento,
en el cual nos dejamos llevar
lejos, muy lejos...
Cuando dejamos entrar
éste frío,
frío viento...