(1925)
#Argentinos #Mujeres
Ventana abierta sobre la tarde con generosidad de mano que no sabe su limosna. Ventana, que has ocultado en vano tanto pudor de niña.
En nuestros labios quisieron enarb… como ponientes los gritos. Luego, los horizontes se romperán… cuerdas y mi corazón vendrá a mí d… Mi corazón ¡tantas veces ido!
He vuelto a la calle ahondada de e… rezando ausencias que ya no serán… Calle poblada de voces humildes, ¡cuán cerca la hora en que él me q… Sobre la tierra sumisa de ocasos,
Una mañanita, azul El sol se cayó en mis manos. Los rayos se pasearon por los cami… El beso de oro Hizo sangrar mis dedos
Los brazos del sauce llorón son serpentinas malgastadas. El viento simula arpegios jirones de música entrecortada. El véspero anuncia la noche
El sol se había caído con las alas rotas sobre un Poniente. Tus ojos se llenaron de crepúsculo… Vino el vacío eterno de tu presenc…
Aurora Lámpara enredada en un camino de horizontes. Después, al mediodía, en el aljibe se suicida el sol.
Oscurece. El silencio De las cosas ya cansadas Pone apuro en las tinieblas. Aguardo –entre las sombras– Corona de palabras tuyas
Por aquel brazo por el cual desciendes llegarás a la mano. ¡La mano abierta enseñándote a amar!
La noche entró por la ventana. Mi alcoba está suave de luna. Los rincones se nutren de sueño y la bujía cuelga en la penumbra como un sol insensible.
Afuera la noche sacudiendo angustias. Adentro, el corazón fresco de amor ¡Como una hoja nueva!
La tardecita mansa pisoteada por tinieblas. Las hojas son corazones sobre el l… y los arbolitos de la mano
En el corazón de cada árbol se ha estremecido la medianoche. La noche se desmenuza en lenta procesión de niebla. Todas las tardes terminan su cansa…
Tus labios han deletreado una sonrisa. Las palabras declinan como ocasos sobre los pétalos de los caminos.
La tarde muere como una eremita. Sobre la espalda de la noche el cielo se estremece apretado de… La noche crispada y lenta se apega a los faroles,