Después de una larga noche
donde estallan sentimientos
de furias en derroche
tal vez el amor, a esfumarse de momento
verdades impregnadas con lágrimas que afloran
anfitrionas y dispuestas, por su amor a concordar.
Despierta el alba y madruga
floreciendo a festejar
depurados nuestros sentidos,
con predominio incitan a todo dar
a llenarnos de armonía, a brindarnos claridad
no hay sentimientos furtivos
pasa la calma, del mito a la realidad
vive en los recónditos del corazón
ronda en el silencio y en la soledad
No hay discrepancias, todo es admitido
no hay discusión, hay aceptación
calma absoluta, tranquilidad innata
esquema de lo permitido.
Así vive el amor en nuestro pecho rendido
Novia de los Montes.