LOS PÀJAROS DE MI JARDÌN
Los Inspiradores pájaros de mi jardín, decoradores, con su plumaje esplendoroso
esparcen trinos, que se escuchan por doquier, alivianados piruetean en lugares polvorientos
se sofocan y contraen en las tardes de calor, de un verano casi seco, que manifiesta su humedad
en el sudor de sus pequeños cuerpos, se aglomeran en manadas muy dispuestos, atraídos, por los
atractivos chorros de agua, de una refrescante fuente amurallada, posándose encantados, bajo el
refrescante chorro. Juguetones y bulliciosos, humedecen sus alitas, van y vienen en galladas, sin
respetar turnos, al que más ligero llegue, al más fuerte, al más ágil, al más raudo, o quizás al más liviano.
Se dispersan después de un sustancial baño bajo la fuente, sus sonidos entre riman con el atenuado acento de las hojas.
Juguetones jilgueritos, se entrelazan con sus alas Y despliegan en su trinar, tonadas sencillas y
elegantes. Traspasándose en mi piel, el sonido de sus cantos, cantos bellos de costumbres
diocesanas de jardines griegos conquistando alguna diosa, exhiben la pintoresca gama de
plumajes al vaivén de la generosa y conductora ráfaga de viento.
Allí están, así son los pájaros de mi jardín, con sus ojos avivados, acechando cualquier bicho
extraviado o enredado en una bien, o mal tejida telaraña.
Por sus picos entreabiertos se deslizan gotas dulces, sabor de su alimento en los frutales de los
huertos. Revoltosos, juguetones, van dejando en eco su trinar, y el gran recuerdo de mi niñez que
vuelve a tomar posesión de mi imaginación, y mi corazón la acompasa con los latidos.
Y en mis sueños, jamás se aquietan los aleteos de los pájaros, que abundaban en el jardín del patio
de la casa de mi infancia.
Así son, así eran los hermosos pájaros de mi jardín.
Novia De Los Montes