Pan...
Pan, porqué te esquivas, de mis manos frías
De mi boca hambrienta, pareces huir,
por que te alejas, inalcanzable vuelas
Y hacia las nubes llegas, alejándote más de mí.
¡No ves pan!, que hace tanto te ansío,
Solo tengo el rocío, en mis noches sin luz
te prodigas henchido, muy blando y fecundo
para el niño nutrido, y el olor… me lo dejas a mí.
Pan, no te veo en mi mesa, hace tanto te espero
Se caen las migajas y eso es para mí.
No llega una mano tibia, de algún amigo tierno
que se extienda de lleno, y me haga feliz.
Pan…escucha, mis ruegos
Mis ojitos vidriosos esperan por ti
Deseo tenerte en mi mano y entero
Comerte en pedazos y engullirte por fin.
Pan…esparces tu aroma, en el aire y me dejas
Tan sólo la angustia, de tener para mí,
Una sola moneda, que yo entregue al tendero
Y que por fin él dirija, sus ojos a mí.
¡Pareces inerte, tan frío y distante!
Sin hallar los motivos, que te hagan sentir
Que con mis manitos frías, mi carita sucia,
Y mis harapos zurcidos, no merezcan de ti.
NOVIA DE LOS MONTES
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