TÙ, SI QUE ERES UNA MADRE
Gracias madre,
Porque a través de tus ojos, conozco la aurora,
respiro la mañana a través de tu aliento
y por trasmitirme calor, en tus noches frías.
Gracias, por compartirme tu alimento, con tanto amor,
en medio de tanta escasez
y por ese gran esfuerzo,
de esconder tus tristezas simulando alegría.
Gracias por trasmitirme a través de tu alma
esa maravillosa sensación, de sentirte viva
a pesar de las desilusiones que del mundo recibas.
Gracias por compartirme esas fragancias
De margaritas, azahares y azucenas
que me despiertan, como una suave y dulce caricia
y esos maravillosos sabores que me hacen sentir,
deliciosamente inexplicable.
Gracias madre,
Por esa sonrisa que se recrea en tu rostro
Y recorre tus entrañas y llega hasta mí,
Como un suave susurro, de tu alegría.
Gracias madre por esos golpecitos de voz entrecortados
Que no logro entender, pero que me trasmiten
Una sensación de paz, y la seguridad de que me esperas.
Madre, muy pronto conoceré tu rostro
Y sentiré junto a ti, la aurora
Oleremos juntos, las margaritas, azahares y azucenas
y me compartirás de nuevo esos sabores,
que me hacían sentir,
deliciosamente inexplicable.
Quiero confesarte un secreto madre,
Que ya no siento el miedo a la oscuridad
porque ahora me alumbra la luz de tus ojos
Y cada vez que los abres, tu rostro se ilumina
y nos sentimos complacidos… tú de mí, y yo de ti.
Gracias Madre, por tu paciencia
y por darme la oportunidad,
de sentir por mis propios medios,
lo que me trasmitiste
con tanto amor y generosidad.
TÙ SI QUE ERES UNA MADRE.
Novia De Los Montes