Hexaedros de madera y de vidrio apenas más grandes que una caja de… En ellos caben la noche y sus lámp… Monumentos a cada momento hechos con los desechos de cada mo…

Se inventó una cara. Detrás de ella vivió, murió y resucitó muchas veces. Su cara

Hay un árbol inmóvil hay otro que avanza un río de árboles golpea mi pecho Es la dicha

En las montañas Nilgiri busqué a los Toda. Sus templos son establos cónicos. Flacos, barbudos y herméticos, al ordeñar sus búfalos sagrados

AL ALBA busca su nombre lo naci… Sobre los troncos soñolientos cent… Galopan las montañas a la orilla d… El sol entra en las aguas con espu… La piedra embiste y rompe claridad…

Si ES real la luz blanca de esta lámpara, real la mano que escribe, ¿son reales los ojos que miran lo escrito? De una palabra a la otra

A Juan José Arreola Altos muros del agua, torres altas… aguas de pronto negras contra nada… impenetrables, verdes, grises agua… aguas de pronto blancas, deslumbra…

En fila ordenadas regresamos y cada noche, cada noche, mientras hacemos el camino, el breve infierno de la espera y el espectro que vierte en el oíd…

Bajo un sol inflexible llanos ocres, colinas leonadas. Trepé por un breñal una cuesta de… hacia un lugar de escombros: pilastras desgajadas, dioses decap…

Nubes a la deriva, continentes sonámbulos, países sin substancia ni peso, geografías dibujadas por el sol y borradas por el vient… Cuatro muros de adobe. Buganvilla…

Rápidas manos frías retiran una a una las vendas de la sombra Abro los ojos todavía

Entre la tarde que se obstina y la noche que se acumula hay la mirada de una niña. Deja el cuaderno y la escritura todo su ser dos ojos fijos.

El libro el vaso el verde obscuramente tallo el disco lecho de la bella durmiente la mús…

Nacida al borde de un ladrillo en un rincón del patio, brizna de yerba combatiente contra el aire y la luz, aire y luz ella misma.

Oídos con el alma, pasos mentales más que sombras, sombras del pensamiento más que pa… por el camino de ecos que la memoria inventa y borra: