Si el hombre es polvo esos que andan por el llano son hombres

Pulsas, palpas el cuerpo de la noc… verano que te bañas en los ríos, soplo en el que se ahogan las estr… aliento de una boca, de unos labios de tierra.

Dales la vuelta, cógelas del rabo (chillen, putas), azótalas, dales azúcar en la boca a las reje… ínflalas, globos, pínchalas,

Yo dibujo estas letras como el día dibuja sus imágenes y sopla sobre ellas y no vuelve

Bajo mis ojos te extendías, país de dunas –ocres, claras. El viento en busca de agua se detu… país de fuentes y latidos. Vasta como la noche,

Así como del fondo de la música brota una nota que mientras vibra crece y se adel… hasta que en otra música enmudece, brota del fondo del silencio

Cantan las hojas, bailan las peras en el peral; gira la rosa, rosa del viento, no del rosal. Nubes y nubes

Caminas adentro de ti mismo y el t… no es la última mirada de tus ojos… es un arroyo secreto, no de agua s… hilo de claridades entre las altas… Sigues el rumor de tu sangre por e…

Óyeme como quien oye llover, ni atenta ni distraída, pasos leves, llovizna, agua que es aire, aire que es tiem… el día no acaba de irse,

(negra armadura viste el fuego) calorífero de combustión lenta entre las fauces de la chimenea —o mármol o ladrillo—

En llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo. El viento lo despiert… toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie:

En las montañas Nilgiri busqué a los Toda. Sus templos son establos cónicos. Flacos, barbudos y herméticos, al ordeñar sus búfalos sagrados

Bajo las rotas columnas, entre la nada y el sueño, cruzan mis horas insomnes las sílabas de tu nombre. Tu largo pelo rojizo,

La plaza es diminuta. Cuatro muros leprosos, una fuente sin agua, dos bancas de cemento y fresnos malheridos.

Negro el cielo Amarilla la tierra El gallo desgarra la noche El agua se levanta y pregunta la h… El viento se levanta y pregunta po…